Temores, anhelos y formas de relación con el planeta. En este artículo, compartimos el Análisis de una preocupación subterránea de los argentinos en tiempos de dengue.
medio ambiente
sociedad
Un gran consenso social que es también una preocupación no articulada en el debate público
Este año, desde Sentimientos Públicos publicamos un estudio que intentó contribuir al debate sobre los nuevos sentidos que la “justicia social” tiene en el sentir privado de los argentinos.
Hablamos allí de un talante anti-corporativo que alcanza tanto al campo como a los sindicatos, de la convivencia entre meritocracia y solidaridad, de las resistencias a la dolarización en una clave de orgullo nacional y de la creciente distancia entre las sensibilidades de millennials y centennials.
Ahora venimos a presentar un nuevo trabajo que intenta dilucidar los sentimientos sociales sobre un tema poco visible en la agenda política y mediática: el riesgo ambiental. La epidemia del dengue activó muchas de estas preocupaciones subterráneas que no encuentran todavía una traducción al lenguaje de la política.
¿Qué sensaciones les despierta a los argentinos su futuro en relación al cambio climático?
¿Cómo piensan su relación con el espacio físico que habitan?
¿Cómo se percibe la tensión entre ambientalismo, desarrollo y extractivismo?
¿Qué prácticas del cuidado del ambiente llevan a cabo?
Basados en una encuesta nacional de 5200 casos, lo que sigue es una invitación a reflexionar sobre un problema que condensa profundas angustias sociales, que del mismo modo incuba anhelos profundos y se vincula a situaciones que, como la amenaza del dengue, incrementan la incertidumbre social.
Las problemáticas medioambientales son “Importantes” o “Muy Importantes” para el 91% de los argentinos. Estos números superan los niveles de acuerdo de frases de nuestro tracking anterior como “Estoy orgulloso de ser argentino, es el mejor país del mundo” (83,8% de acuerdo) o “El estado debe ser lo más pequeño y lo más eficiente posible” (68,5% de acuerdo).
Al mismo tiempo, la idea de que la situación medioambiental es una preocupación de sectores sociales altos es un prejuicio. De hecho, y en general, los sectores sociales altos son más escépticos con la cuestión. La media de preocupación en los sectores sociales altos subperforma, de hecho, en un 4,6% al ser comparada con el resto de la sociedad.
El propio futuro y las generaciones venideras: un punto de encuentro entre jóvenes y adultos mayores
En sincronía, un 86,4% de los argentinos está de acuerdo o muy de acuerdo con que “Cuando pienso en el futuro de las nuevas generaciones, la cuestión medioambiental es una de las que más me preocupa”. Se trata de una preocupación que podría ser pensada como difusa pero aún así presente en las mayorías sociales argentinas.
Esta preocupación es bastante homogénea, pero se acentúa en los jóvenes menores a 29 años y en los adultos mayores a 59 años. Es un problema que preocupa por el futuro propio o el de los nietos.
Los “Millennials” y los “Generación X”, más progresistas que estos segmentos en muchos temas, y tomadores de decisiones en los medios, el mundo político y el mundo empresario, muestran un neto menor de preocupación por la cuestión ambiental.
Mujeres y Centennials, al borde de un colapso ambiental
Más del 90% de los argentinos cree que nos acercamos a un colapso ambiental.
Las mujeres creen más en este colapso ambiental y lo perciben más cercano que los hombres. De hecho, más del 50% de las mujeres cree que sucederá dentro de entre 1 y 10 años, mientras que el 38% de los hombres lo estima en ese período.
En cuanto a la edad, casi un 75% de los argentinos entre 16 y 28 años, cree que vivirá un colapso ambiental. Tan solo un 20% de los centennials cree que “Sí, pero no lo veré mientras viva”, y menos de un 6% considera que “No”.
Los NSE más altos son más escépticos con respecto al colapso. Son los que menos creen que esto ocurrirá mientras vivan y duplican a los otros NSE en lo tocante al negacionismo del colapso. Esto sucede básicamente por dos razones: son los que tienen mayores interses objetivos en actividades que pueden perjudicar al medio ambiente, por un lado, y son los que más confían en que la tecnología verde puede ser una solución para el tema, por otro.
La oposición entre cuidado del medio ambiente y desarrollo industrial es una pasión de clase media
Eco-sintientes, locadores comunitarios e indiferentes
De acuerdo a nuestro trabajo cualitativo, hay tres tipos de relaciones personales con el medio ambiente. Una de ellas es una relación en la cual las personas sienten que el planeta es su hogar. Lo quieren bien, vital, ordenado, no agredido, pleno. Y sienten que les pertenece a todas las personas.
Llamamos a esta relación con el planeta una relación inmobiliaria-colectiva, poco frecuente en los sentimientos sociales. El planeta como un inmueble colectivo al que hay que cuidar. Este tipo de relación fue glosada en las preguntas como “Es el entorno en el que vivimos y el futuro de la humanidad está en riesgo”. Cosecha casi 47,2% de las adherencias. Los llamamos “Locadores comunitarios”.
Otra es la relación orgánica, de continuidad. Las personas no sienten que ellas son las que viven en el planeta, sino que son parte del planeta, que hay una continuidad. Es un caparazón, no ya una vivienda. Cada agresión hacia el medio ambiente es, en cierta medida, algo que actúa contra mi persona, mi cuerpo. Esta relación de continuidad es validada por un 35% de la población. Los llamamos “Eco-sintientes”.
Finalmente, hay dos formas de manifestar la ajenidad. Me puede preocupar el tema en términos generales, pero no es preponderante en mi agenda. Para esta opción ofrecimos dos vías: la que propone que es un tema de expertos y se lo siente algo abstracto (apenas un 4,5%) y otra es la que lo considera “importante, pero menos que la economía o la educación” (13,3%). Los llamamos “indiferentes” y representan un 17,8% de la población.
En consonancia con las opiniones anteriores, el 85% cree que es urgente o algo urgente tomar medidas para proteger al medio ambiente.
Menos de un 4% cree que no es nada o poco urgente.
Guerras climáticas, un fenómeno de clase media
Un 43,7% de la población acuerda con que hay una contradicción entre cuidado del medio ambiente y desarrollo industrial. Un 38,6% desacuerda y un 17% se mantiene neutral. Esta frase, sin embargo, produjo una notable polarización, con un neto pequeño (5,2%) favorable.
La clase media es la que más considera esta oposición. Podría decirse que, de hecho, es un drama de clase media. Los sectores altos, como dijimos, oscilan entre el cinismo y la confianza en la tecnología verde. De hecho, el neto hacia esta afirmación en los NSE altos es negativo, mientras que en los sectores medios el apoyo supera en un 500% al de la media social.
Así, vemos que la oposición entre cuidado del medio ambiente y desarrollo industrial es una pasión de clase media. Otra nueva grieta más, que al parecer no discrimina al posicionamiento político y a la ideología de las personas.
Es sentido común decir que la sociedad tiene deseos por los cuales no está dispuesta a pagar el costo. Esta aparente contradicción es, en realidad, un reclamo a la imaginación de las instituciones y a través de ellas a las clases dirigentes.
Este pregunta, en conjunto con la anterior acerca de la contradicción entre cuidado del medio ambiente y desarrollo industrial, nos podría decir que la sociedad argentina desea el desarrollo y también cree que el mismo se puede lograr sin petroleras offshore ni humedales quemados.
Serán las instituciones y la política los encargados de llenar este espacio entre ideología y anhelos, o convertirla en una nueva y tortuosa grieta.
Casi tres cuartos de los argentinos separan los materiales reciclables de sus desperdicios dentro de su hogar. Y esta frecuencia aumenta entre los mayores.
Setrata de una micro militancia oculta y solidaria que conjura temores profundos que proliferan en la sociedad argentina.
Breves conclusiones
La sociedad argentina posee una notable angustia ambiental que no logra articularse del todo en el debate público, pero se alimenta ante conmociones como la expansión del dengue. Casi 9 de cada 10 argentinos manifiesta una preocupación por el tema. Esta preocupación es más aguda en las mujeres, los más jóvenes y los adultos mayores, que casualmente son segmentos poblacionales se encuentran fuera de los núcleos de poder mediático, corporativo y político.
Casi 9 de cada 10 argentinos creen que el mundo se aproxima a un colapso ambiental. Más del 50% de las mujeres cree que el mismo sucederá en 10 años o menos.
Casi el 75% de los centennials cree que el mismo sucederá mientras vivan.
Los NSE más altos oscilan entre el escepticismo dado por sus intereses materiales y la creencia de que el desarrollo industrial y el cuidado del medio ambiente pueden combinarse. Las clases medias, en cambio, no son escépticas pero tienen más proclividad a pensar que existe una opción trágica entre extractivismo y ambientalismo. Se trata de posicionamientos que están más allá de las opciones políticas.
La sociedad reclama imaginación política para conjugar bienestar generalizado y eficiencia ambiental, reduciendo los daños al mínimo posible. Y se hace cargo de estos anhelos: sus prácticas privadas de reducción del daño son frecuentes y masivas.
Dolarización, meritocracia, orden y corporativismo. Un análisis cuantitativo de las transformaciones subjetivas argentinas basado en una encuesta a nivel nacional de 5200 casos.
análisis opinión pública
encuestas argentinas
Desde Sentimientos Públicos venimos realizando diferentes estudios sobre los imaginarios y las creencias compartidas por los Argentinos.
En 2023 publicamos “Valores progresistas, voto libertario. Apuntes para pensar una contradicción aparente”, donde nos propusimos matizar las teorías catastrofistas sobre el ”avance de la derecha” al tiempo que reflexionábamos sobre la fuerte sintonía de algunos valores sociales con aristas relevantes de la emotividad política de La Libertad Avanza.
Durante enero de 2024 repetimos buena parte de las preguntas sobre valores, basados en una muestra representativa acorde los datos del INDEC a nivel nacional, de 5271 casos, con un margen de error de un 3,5%. Las categorías graficadas son “Muy de acuerdo”, “De Acuerdo”, “No lo sé”, ”En Desacuerdo” y “Muy en desacuerdo”.
Lo que sigue es un anticipo y una breve interpretación de una serie de resultados muchas veces contradictorios, muchas veces sorprendentes, y que nos invitan a pensar en una sociedad golpeada, convulsionada y en metamorfosis, pero nunca lineal.
1. Los consensos políticos mirados desde abajo
Punitivismo y libre circulación de las personas y las cosas. El orden.
Las preguntas sobre si “El derecho a circular es más importante que el derecho a manifestarse” (casi 62% de apoyo) y sobre si “La policía debería contar con el poder suficiente para imponer el orden moleste a quién le moleste” (67% aproximado) cosecharon amplios consensos. Se trata de un indicador que iría en sintonía con ciertas hipótesis sobre la derechización de la sociedad. Ambos guarismos son superiores al cosechado por La Libertad Avanza en las últimas elecciones presidenciales.Sin embargo, para interpretarlas en un marco más amplio, las mismas deberían ser interrogadas con otro set de indagaciones vinculadas a cuestiones como la tolerancia a la represión, y a las resonancias de este punitivismo en otros ámbitos que vayan más allá del orden público.
La mano invisible del estado
Este consenso que podría ser interpretado, en una primera impresión, como punitivista, convive con unas opiniones particulares sobre el Estado. Ante la frase “El Estado debe ser lo más pequeño y lo más eficiente posible” el nivel de acuerdo llegó a un nivel de un 68,5%.
Sin embargo, ante la sentencia que proponía “Privatizar YPF, Arsat y Aerolíneas Argentinas es renunciar a la construcción de un país soberano”, los apoyos fueron también mayoritarios, con un 47,2% de acuerdo y apenas un 37,2% de desacuerdo. Un estado pequeño, eficiente y silencioso, pero que no deje libradas a las fuerzas del mercado cuestiones nodales para la soberanía. Tal parece ser uno de los talantes del presente.
Dicho Estado pequeño y eficiente sin embargo debe, también y al parecer, emitir su propia moneda. O quizás las personas que respondieron a nuestra encuesta consideran que la existencia de una moneda nacional se vincula de alguna forma con la cuestión de la soberanía.
Lo cierto es que la frase “La única salida a la crisis económica permanente que tiene la Argentina es la dolarización” cosechó un magro apoyo de un 28,4%, contra un rechazo de un 44,7% (singularmente similar al porcentaje de votos de Unión por la Patria en las últimas elecciones). Un 26% de la población se mantiene en la neutralidad, un guarismo alto cuando tenemos una media aproximada de un 14% de neutrales.
El ocaso del corporativismo y la emergencia de una neo justicia social. Las corporaciones.
La imaginación pública orientada hacia un ”liberalismo silvestre” que anhela una ”mano invisible del estado”, en sintonía la intensa individualización que atraviesa a la gran mayoría de las sociedades, viene acompañado de un interrogante por la eficacia de las formas de agrupación propias del siglo XX.
Es en este marco que los intereses corporativos parecen atravesar una crisis de credibilidad. Al parecer no se trata sólo de “la casta”, o “el estado” sino de cualquier forma de asociación. La frase sobre que “El sindicalismo es uno de los principales problemas del país” obtuvo un 61,1% de acuerdo.
Pero también obtuvo una amplia aprobación la de que “El campo es un sector privilegiado que debe contribuir a través de retenciones al desarrollo del país”, con un 55,2% de acuerdo. El campo, en tanto corporación, también debe estar bajo la mano invisible del estado. Y podría arriesgarse que lo mismo les sucedería a las empresas con respecto a los los impuestos.
Las dos facetas de del anti corporativismo contemporáneo son una de las aristas en las que se manifiesta la nueva justicia social. Dentro de esta perspectiva, las empresas, que no son vistas como una forma corporativa, merecen una reforma laboral que les permita ”contratar nuevos empleados y despedir a los que no funcionan”. Esta frase cultivó un 62,7% de apoyo.
2. Límites del libertarianismo extremo
La moral meritocrática. Solidaridad, desigualdad, hedonismo.
Hablar de una neo justicia social individualista basados en altos niveles de punitivismo y de anti-corporativismo puede sonar aventurado. Sin embargo, un nuevo set de preguntas sobre valores arrojan luz sobre este asunto.
En primer lugar la frase “La solidaridad es más importante que la eficiencia” convocó a un 60,5% de acuerdos, con apenas un 14% de rechazo.
Pero como contracara, una frase que en apariencia tendría una dirección contraria (“La desigualdad es una consecuencia normal del mérito y la voluntad de las personas”) también obtuvo un alto apoyo (53,5%).
Para la neo justicia social, las explicaciones sobre la desigualdad se basan en el mérito personal, no en el accionar corporativo ni en factores estructurales. El individuo es el protagonista y su margen de decisión es amplio, pero debe ser solidario.
Meritocracia y solidaridad se unen al hedonismo preponderante. Con más de un 80% de apoyo, la frase “En la vida es más importante vivir experiencias que acumular riquezas” fue una de las que obtuvo asimismo uno de los netos más elevados.
Para la neo justicia social, las explicaciones sobre la desigualdad se basan en el mérito personal, no en el accionar corporativo ni en factores estructurales. El individuo es el protagonista y su margen de decisión es amplio, pero debe ser solidario.
La sociedad abierta: traumas y anhelos. Género, pandemia.
A modo de cierre dos cuestiones que también, arriesgamos, moldean la subjetividad contemporánea.Por un lado la pandemia: existe una cierta polaridad entre aquellos que aún portan marcas indelebles de la misma y aquellos que la consideran una etapa del pasado, más o menos traumática pero relativamente superada.
Ante la frase “No creo que la Pandemia haya dejado grandes huellas en mi vida”, un 47,4% se manifestó “De acuerdo” o “Muy de acuerdo”, mientras que un 37,6% lo hizo “Algo en desacuerdo” o “Muy en desacuerdo”. Es decir que casi para 4 de cada 10 argentinos la pandemia fue un hecho traumático e insoslayable, del que casi no se puede hablar.
Por otro lado, y a contrapelo de la idea de una sociedad ”derechizada” en una forma homogénea y que atraviesa un “giro conservador” monolítico, el consenso sobre el derecho a la elección de las identidades de género es mayoritario. La frase sobre que “El respeto a las identidades de género es imprescindible para construir una sociedad abierta” obtuvo un 62,8% de nivel de acuerdo, guarismo similar al apoyo que obtuvo la necesidad de una reforma laboral.
Breves conclusiones
La “Neo Justicia Social” que parece comenzar a operar en la imaginación pública es contradictoria si se la mira desde las categorías del siglo XX. Tiene algo que “no cierra” y podría hacer pensar en una sociedad caprichosa e infantil, o al menos errática. Este parece ser el pensamiento preponderante en la corporación política, cuando no es que opera en la misma un economicismo vulgar que correlaciona linealmente apoyo social con niveles de consumo.
En este tracking de valores proponemos habitar estas contradicciones: la reducción al mínimo de la sonoridad o la “mímica” estatal y acordar con medidas punitivistas puede ir menos en contra de “los pobres” -nadie se reconoce pobre- que a favor de un nuevo sentido de lo justo, donde la meritocracia y la libertad individual son premisas básicas. Donde lo corporativo es repudiado en sus diversas formas, pero la soberanía nacional goza de una estima social altísima. Donde la dolarización produce más dudas y rechazos que apoyos. Donde el respeto a las identidades de género es percibida como necesaria dentro de la sociedad abierta y tolerante que anhela el liberalismo silvestre. Y donde el hedonismo preponderante no parece muy dispuesto a sacrificios a largo plazo.
La investigación sobre el humor social no permite hacer futurología. Pero si analizar algunas vetas de la emotividad nacional que luego moldean y van siendo moldeadas por los horizontes político económicos.
3. Millennials vs. Centennials: ¿una nueva grieta?
Millennials
Centennials
Al abrir los resultados de nuestro tracking de valores por grupos de edad se percibe una notoria diferencia entre aquellos que las categorías del marketing denominan “Millennials” (básicamente 29-43 años) y los “Centennials” (de 16 a 28).
En los gráficos de arriba puede notarse que todos los valores vinculados al programa libertario (rienda libre a la represión, voluntarismo meritocrático para explicar la desigualdad, achicamiento del estado, derecho a circular) dan dentro de los Centennials netos aún más altos que los de la población en general. Y muestran una muy significativa grieta con respecto a la sensibilidad millennial, de corte mucho más progresista.
Esto tiene sin embargo dos matices. Por un lado, la brecha de género se hace más extrema a medida que decrece la edad. Esto significa que los varones, cuanto más jóvenes, más afines al paradigma libertario duro. Pero por otra parte valoración Centennial de las identidades de género es mayor que la de la sociedad en general y apenas inferior a la de los Millennials, y su preocupación ecológica supera a la de los mismos y se acerca muchísimo a la de la Generación X (44-58), que está evidentemente preocupada por el futuro de sus hijos.
Otra vez, estamos frente a cuestiones que requieren un esfuerzo conceptual profundo y de suspensión de las creencias que nos acompañaron desde buena parte del siglo XX.
Realizamos esta encuesta basados en una hipótesis surgida de estudios cualitativos: existe una relación entre la inflación, el desorden de las expectativas y la dificultad para la construcción de miradas a futuro con religiosidades no organizadas por parte de las poblaciones más jóvenes. La Astrología es una de ellas, quizás la principal.
espiritualidad
sociedad
Se trata de una práctica de alta difusión social, capaz de combinar dos elementos fundamentales de toda religiosidad popular: una teodicea del sufrimiento (por qué sufren unos y otros no) y una doctrina práctica de contenido ético (qué opciones tomar ante ciertas disyuntivas vitales).
La astrología desarrolla la empatía en sus creyentes, ya que aporta un sistema de explicaciones para el conflicto entre las personas y desarrolla una mirada la mayoría de las veces misericordiosa. Contribuye, en algunos casos, a la toma de decisiones, y explica momentos de crisis vitales ya que proyecta la trayectoria de vida como una trayectoria lógica, no azarosa.
Este trabajo intento dimensionarla y pensar algunas afinidades entre creencia astrológica y predisposiciones actitudinales de la población.
Apenas un 9% de los encuestados se declara en oposición a la Astrología. Si a este número se le suman aquellos que no le prestan atención pero no se sienten molestos por su existencia (38% aprox.), llegamos a casi un 47% de rechazo.
Esto significa que la buena predisposición social hacia la astrología alcanza a más de un 50% de la población argentina. Cuando hagamos foco en los segmentos etáreos involucrados, veremos que se trata, en efecto, de una religiosidad en expansión.
Entre aquellos que muestran una actitud favorable a la astrología, existe un 16,5% de personas que mantienen una relación intensa, practicantes de alta implicancia. Casi un 10% le da un uso orientativo para cuestiones amorosas o para comprender sus sentimientos, mientras que poco menos de un 7% la interpreta como un oráculo para decisiones de vida de más largo alcance.
Dentro de los no rechazadores de la astrología, existe un 37% que no le presta mucha atención, pero a quienes les gustaría poseer más información al respecto.
¿Te hiciste alguna vez una Carta Astral?
Confeccionarse una Carta Astral puede tener múltiples significados. En algunos casos, se trata de un evento lúdico. En otros casos es un momento fundacional del relato de cualquier seguidor de las creencias astrológicas. Lo más parecido a un ritual de pasaje dentro de esta particular religiosidad. Un punto en el que se produce un quiebre subjetivo; en algunos casos un momento de revelación sagrada.
En Argentina, aproximadamente dos de cada diez personas se han realizado una Carta Astral. El porcentaje asciende cuando miramos la división de género: un cuarto de las mujeres ha atravesado por este ritual, lo que implica que sólo un 15% de los hombres lo ha transitado.
Esto empieza a mostrar una tendencia: cuándo más joven y femenina es la población, más crece su implicancia con la Astrología. Pero esta tendencia no debe ser sobreestimada: los hombres también son afectados y se identifican con esta religiosidad, y en una tendencia creciente.
Relación con la astrología: aperturas por edad
1. Edad
Grupo etario
Me molesta que tenga tanta influencia en la gente
Me parece una fantasía, algo que no tengo en cuenta pero no me molesta
No le presto mucha atención, pero me gustaría saber más
Orienta mis decisiones de vida
Orienta mis opciones amorosas \\ Me hace entender mejor mis emociones
16-25
12%
24,4%
38,4%
10,6%
14,6%
26-40
8,2%
30,9%
40%
9%
12%
41-55
7,5%
43,6%
37%
6,1%
5,8%
56-70
9,1%
50,1%
32,8%
4,1%
3,9%
71+
8%
53,8%
28,2%
4,9%
5,1%
Total
8,9%
37,7%
36,9%
7,4%
9%
Las regularidades sociales permiten ver cómo se distribuye la creencia en la astrología. Tal como señalamos, se trata de una religiosidad que se hace fuerte entre los jóvenes. A mayor juventud, mayor penetración e importancia de la astrología en la vida cotidiana.
A partir de los 40 años, el nivel de creencia en la astrología empieza a disminuir, para recién remontar en los mayores a 71 años: es allí donde la nueva guardia de la astrología se encuentra con la antigua guardia de creyentes.
Entre los menores de 40 años, aquellos de entre 16 y 25 años concentran al núcleo duro de creyentes: entre los que orientan su vida y los que la consultan en un plano más sentimental, encontramos un 25% de la población frente al 16,5% que representa en términos totales. Este fortaleza se confirma por la importancia de los rechazadores totales: mientras que en total es de apenas un 9%, sube al 12% en el segmento 16-25. La mayor resistencia se genera en las zonas sociales donde más fuerte es.
2. Nivel Socioeconómico
NSE
Me molesta que tenga tanta influencia en la gente
Me parece una fantasía, algo que no tengo en cuenta pero no me molesta
No le presto mucha atención, pero me gustaría saber más
Orienta mis decisiones de vida
Orienta mis opciones amorosas \\ Me hace entender mejor mis emociones
ALTO
10,1%
47,7%
30,7%
6,1%
5,4%
MEDIO
8,7%
38,8%
36,7%
6,5%
9,4%
BAJO
8,9%
30,4%
40,6%
10%
10,1%
TOTAL
8,9%
37,7%
36,9%
7,4%
9%
Los niveles socioeconómicos más altos mantienen una relación distante con la astrología. De hecho, son los que registran los mayores niveles de rechazo (10% vs. 9% del total) y de indiferencia negativa (47,7% vs. 37,7% total). También son los que registran los niveles más bajos de orientación astrológica en sus decisiones vitales.
Cuanto menor es el nivel socioeconómico, mayor es el interés en conocer de astrología (40,6% vs. 36.9% total) y, en general, el nivel de orientación de las opciones vitales o amorosas y emocionales, cercano al 10% en los niveles socioeconómicos más bajos.
Los niveles medios tienen una actitud paradójica: Se parecen más a los altos a la hora de orientar sus decisiones de vida (ambos cercanos al 6% vs. El 10% en los NSE bajos) pero más a los bajos a la hora de orientas sus decisiones amorosas y emocionales (9,4% medios y 10,1% bajos vs. 5,4% altos).
La Astrología es una religiosidad que crece en el mundo popular, pero con un sesgo de clase media. Es la religiosidad de las clases medias bajas y de los jóvenes que viven en un mundo hostil y sin referencias éticas ni trascendentes.
3. Creencia por Territorio
La creencia en que la Astrología muestra una distribución geográfica particular. Es más fuerte en la Ciudad de Buenos Aires, donde el indicador del pasaje por el ritual de la confección de la Carta Astral es más elevado, con un 30% vs un 20% del total.
Luego, la Provincia de Buenos Aires se comporta de manera homóloga a las Regiones Centro y Patagonia, donde supera por poco al 20%. Las Regiones Cuyo y Litoral se posicionan en aproximadamente un 18%, mientras que la Región Noreste (16,6%) y Noroeste (15%) muestran los porcentajes más bajos.
Astrología y transnacionalidad: la nueva Argentina
En esta sección decidimos hacer un cruce entre las formas de relación con la Astrología y otras característica de la Nueva Argentina: el deseo de que las cosas funcionen de acuerdo al Orden Transaccional que ofrece Internet.
Así las cosas, elegimos el acuerdo con la dolarización y la intención de voto vinculada a “que todo cambie de una buena vez” (el reseteo social del que hablamos en estudios anteriores) como indicadores de una Transaccionalidad Inmediatista, ligada al deseo de simplicidad en un mundo hipercomplejo.
Por otra parte, elegimos al acuerdo con la desregulación del mercado de alquileres como exponente de una Transaccionalidad Mercantilista que cree en que el mercado es un actor capaz de solucionar todos los problemas sociales.
Finalmente, buscamos el tipo de relación con la astrología entre aquellos que declararon votar a Javier Milei y a Miriam Bregman en las elecciones generales, para cruzar esta creencia con los supuestos polos ideológicos (”derecha” e “izquierda”) de la población.
Me molesta que tenga tanta influencia en la gente
Me parece una fantasía, algo que no tengo en cuenta pero no me molesta
No le presto mucha atención, pero me gustaría saber más
Orienta mis decisiones de vida
Orienta mis opciones amorosas \\ Me hace entender mejor mis emociones
Total
Muy de acuerdo
19,9%
16,2%
13,7%
25,4%
17,1%
16,4%
Algo de acuerdo
14,6%
17,1%
19%
14,6%
20,3%
17,7%
No se
15%
16,8%
22,8%
19,6%
19,6%
19,3%
Algo en desacuerdo
9,1%
9,5%
12,7%
11,6%
12,7%
11,1%
Muy en desacuerdo
41,1%
40,4%
31,8%
28,8%
30,3%
35,5%
Me molesta que tenga tanta influencia en la gente
Me parece una fantasía, algo que no tengo en cuenta pero no me molesta
No le presto mucha atención, pero me gustaría saber más
Orienta mis decisiones de vida
Orienta mis opciones amorosas \\ Me hace entender mejor mis emociones
Total
Quiero que las cosas cambien radicalmente de una buena vez
41,3%
42,3%
50,4%
57,2%
52%
47,2%
Quiero que pierda el oficialismo
3,9%
3,6%
3,6%
3,1%
2,4%
3,5%
Quiero un presidente con valores similares a los míos
35,6%%
30,8%%
24,7%
19,9%
24%
27,6%
Quiero un presidente razonable
19,3%
23,3%
21,3%
19,8%
21,5%
21,8%
Entre aquellos que estuvieron “Muy de acuerdo” con la dolarización, hubo una sobre representación dentro del grupo de aquellos con un vínculo fuerte con la astrología, los que “Orientan sus decisiones de vida”.
Entre los que estuvieron “Algo de Acuerdo” el sesgo fue más hacia los que orientan astrológicamente sus decisiones amorosas y emocionales. Pero existe una afinidad entre dolarizadores y creyentes en la astrología. Algo similar ocurre entre aquellos que querían ”Que las cosas cambiasen radicalmente de una buena vez” antes de las elecciones generales de Octubre.
Hablamos de una religiosidad que se orienta por soluciones rápidas y que prometan un rendimiento libre de complejidades. La astrología es una fuerza que, en un mundo cada vez más incierto, simplifica la vida.
Relación con la Astrología y la intención de voto
Me molesta que tenga tanta influencia en la gente
Me parece una fantasía, algo que no tengo en cuenta pero no me molesta
No le presto mucha atención, pero me gustaría saber más
Orienta mis decisiones de vida
Orienta mis opciones amorosas \\ Me hace entender mejor mis emociones
Total
Autorregulación del mercado
28,3%
32,8%
20,8%
11,2%
14,2%
24,7%
El Estado de mi ciudad/municipio
14,5%
11,3%
16,7%
21,4%
19,5%
15,1%
El Estado de mi provincia
8,6%
9,7%
12,5%
14,6%
12,8%
11,3%
El Estado Nacional
24,2%
28,5%
27,9%
29,2%
29,1%
28%
Inmobiliarias
8%
4%
5,7%
7,9%
6,7%
5,5%
ONGs
4,1%
4,9%
4,4%
4,3%
5,9%
4,7%
Otros
12,3%
8,7%
12%
11,3%
11,8%
10,7%
Me molesta que tenga tanta influencia en la gente
Me parece una fantasía, algo que no tengo en cuenta pero no me molesta
No le presto mucha atención, pero me gustaría saber más
Orienta mis decisiones de vida
Orienta mis opciones amorosas \\ Me hace entender mejor mis emociones
Myriam Bregman (Frente de Izquierda)
6,1%
36,9%
31,3%
7,4%
18,3%
Javier Milei (La Libertad Avanza)
9,6%
35,6%
37,2%
8,5%
9,1%
Total
8,7%
37,9%
37%
7,4%
9,1%
La regulación del mercado de alquileres mostró una clara orientación social hacia que la misma debía ser realizada por el Estado, con un 54,4% de acuerdo. Tomamos a aquellos segmentos que optaron por la autoregulación del mercado como indicadores de una Transaccionalidad Mercantilista. Estos electores están sobrerepresentados entre aquellos a quienes molesta la pregnancia de la astrología como entre aquellos a quienes no les molesta pero no le dan importancia ni muestran interés.
Finalmente, a la hora de ver las intenciones de voto por candidato en las elecciones generales de octubre de 2023, los votantes de Javier Milei estuvieron sobrerepresentadas las dos categorías extremas: aquellos a quienes les molesta y aquellos que orientan sus decisiones de vida. Son, en cierta medida, los dos rostros del voto duro libertario: los mercantilistas racionales y los pragmáticos inmediatistas.
En el caso del voto a Miriam Bregman, está sobre representada en un 100% la categoría de la orientación amorosa y emocional. Hablamos del pequeño nicho del progresismo urbano no racionalista, sobre representado en el paisaje mediático e ideológico argentino.
Breves Conclusiones
La Astrología es una religiosidad en expansión. Pone orden en el mundo, permite el análisis de los contextos emocionales y de los vínculos afectivos en una época de precariedad y es consumible en términos individuales pero con una muy positiva tasa de conversión a lo gregario.
Por esto posee muchas de las características ambicionadas por las marcas vinculadas al consumo masivo: esjoven, es femenina y, lo principal, representa a una Nueva Argentina de clase media baja, empobrecida y sumida en la incertidumbre y la falta de referencias éticas.
Se trata de un fenómeno mayoritariamente urbano y de la región centro del país. Pero su ritual de pasaje principal, la confección de la Carta Astral, alcanza a un quinto de la población y podría tener un gran potencialidad de crecimiento.
Su apropiación no es ideológica: la comparte el pequeño sector progresista urbano que se identifica con izquierdas como la de Miriam Bregman con un núcleo duro de votantes de Javier Milei que buscaban soluciones simples a problemas de larga data.
Por eso la astrología es racional pero no propia de fanáticos del mercado: pone orden, pero es un orden conarreglo a valores que no son los de la Transaccionalidad Mercantilista sino los de la Transaccionalidad Inmediatista.
Finalmente, buscamos el tipo de relación con la astrología entre aquellos que declararon votar a Javier Milei y a Miriam Bregman en las elecciones generales, para cruzar esta creencia con los supuestos polos ideológicos (”derecha” e “izquierda”) de la población.